Hace tiempo dejé de usar exfoliantes "mecánicos" por exfoliantes químicos. La diferencia principal radica en cómo remueven las células muertas: los primeros lo hacen a través de la fricción de partículas contra la piel, y los segundos desprenden por acción de ácidos la piel muerta. A pesar de que uno pueda creer que los segundos son mucho más abrasivos, la experiencia ha sido todo lo contrario, es más, siento que el roce que hacemos con los exfoliantes mecánicos es mucho más perjudicial, dejando la piel sensible, bastante enrojecida y reactiva después de su uso.
En cuanto a los tipos de ácidos que se utilizan para esta acción hay diversos tipos y en distintas concentraciones, las cuales podemos ir probando de a poco para evitar reacciones importantes. En este caso particular, les voy a hablar del exfoliante Gentle Cream de Dermalogica, cuyos principios son el ácido láctico y el ácido salicílico o bien conocidos como AHA-BHA.
De manera bien resumida, el ácido láctico es especial si queremos exfoliar de manera superficial, sobretodo para ayudar contra el daño solar, estimula también la producción de colágeno y entrega suavidad e hidratación. En cambio, el ácido salicílico más conocido por la mayoría, ayuda contra los brotes de acné, puntos negros y poros dilatados, removiendo la grasitud y actuando a un nivel un poquito más profundo desobstruyendo los poros.
A pesar de que el primero es especial para la piel seca y el segundo mejor para la piel grasa, este exfoliante combina ambos siendo recomendado para todo tipo de piel.
Según su página, suaviza dramáticamente la piel, ayuda con la textura irregular al promover la renovación celular e incrementa la hidratación, además de tener en su composición aloe vera que ayuda a calmar la piel.
¿Cómo me ha ido?
Debo decir que de todos los exfoliantes que he probado, es el que más ha cumplido con lo que promete. Lo primero que uno observa luego de su uso es lo brillante, para bien, que queda el rostro. Deja una luminosidad y suavidad increíble, lo que en parte ha ayudado a mejorar la textura. En lo que más he visto la diferencia han sido con unos granitos que nunca alcanzan a brotar, chiquitos de color amarillo. Tendía a tenerlos en la zona del entrecejo y las mejillas pero luego de su uso permanente desaparecieron finalmente. Me ayudó también bastante con los parches secos que tenía alrededor de la boca y nariz, desapareciendo al segundo uso del exfoliante.
Recomiendan usarlo una a dos veces por semana, dependiendo de cuan sensibles sean, y por supuesto ocupar bloqueador. Al principio se siente una sensación de picor, totalmente aguantable, que con los usos va cediendo.
Como ventaja resumidamente, cumple lo que promete maravillosamente, pero el principal contra es, primero, su precio, y segundo, que se adquiere solo en páginas del extranjero. Acá en Chile por lo menos nunca lo he visto y tuve que comprarlo por Strawberry. Me costó alrededor de $24.000, no tardó más de un mes en llegar y en su defensa puedo decir que llevo ocupándolo como tres meses, y me queda más de la mitad del tubito (trae 75 ml.), ya que se debe aplicar una fina capa en la piel limpia.
Lo voy a reponer absolutamente y les recomiendo que prueben con los exfoliantes químicos porque el resultado es mucho mejor. Hay que tener ojo el tipo de ácido que nos estamos aplicando y su concentración, aunque los que se puede adquirir libremente no son concentraciones muy altas que digamos y están más que bien para empezar. Y siempre, siempre, usar bloqueador diariamente.
Cualquier duda déjenla en los comentarios!
Valeria
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